¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ser abierto con los demás?

La cuestión del racismo es la gran cuestión de la alteridad, de la mirada que dirigimos a los demás. Reflexionar sobre ello con nuestro hijo o nuestra hija es abrirse a las diferencias. Aquí tenéis algunos consejos para tratar en familia el tema del racismo y hacer que los niños tomen conciencia de toda la riqueza que les aportan los que no son como ellos.

Hablar de las diferencias con los niños

Las diferencias, en principio, son más bien un obstáculo para ir hacia los demás. Cuando no hablamos la misma lengua o no tenemos el mismo modo de vida, es más difícil conocerse y comprenderse. Hay que hablar con los hijos de todas esas diferencias que, a veces, nos molestan, que no siempre sabemos superar. Podemos sentirnos incómodos con un discapacitado, desazonados por la voz de alguien o nerviosos por la indolencia de otro... Sentarse con el niño y hablar tranquilamente de las diferencias es una manera de abrir puertas.

Fomentar una mentalidad abierta

“Hay que sacar al otro de ese bloque monolítico en el que lo encerramos: es negro, es gitano, ¡pero no es solo eso!”, señala la psiquiatra Claire Mestre. Es esencial conseguir que el niño no se detenga en las apariencias. “Y tenemos la responsabilidad, como adultos, de impedir que un niño se sienta inferior porque es negro o árabe”, añade Claire Mestre. Ayudemos a nuestros hijos a sentir curiosidad por toda la riqueza de los demás, a ser abiertos y a pedir información a las personas que saben más para dejar de repetir ideas preconcebidas.

Aprender a respetar al otro

Los padres están ahí para abrir a sus hijos hacia los demás y hacia el mundo. Pero los hijos también tienen que aprender a respetarse entre ellos: yo soy negro y valgo tanto como tú. Lo mejor es aconsejarles el diálogo... y la acción: ¡hay tantas cosas que pueden enseñarse mutuamente! Y si oyen insultos racistas, hay que recomendarles que hablen con un adulto, que podrá actuar. Sophie Coucharrière

Artículos relacionados

Comentarios

¡Sé el primero en comentar!