Cuando es preocupante la timidez en los niños

Causas y como conocer a los niños tímidos

 La timidez en los niños es un fenómeno común que puede influir en su desarrollo social y emocional. Identificar cuándo preocuparse y cómo abordar la timidez de manera efectiva es fundamental para ayudar a los niños a superar este obstáculo en su crecimiento. 

Latimidezimplica cierto grado de introversión en los contextos sociales, una falta de asertividad y uncomportamiento retraído. Los niños tímidos muestran un patrón de conducta caracterizado por un déficit en sus relaciones interpersonales y tienen la tendencia a escapar o evitar el contacto social. No obstante, se debe aclarar que la timidez no es, necesariamente, un problema, depende de si se convierte en un impedimento para que el niño se relacione con los demás.La timidez solo es un problema cuando limita las potencialidades del pequeño y le hace sentir mal.

 

Causas de los niños tímidos

Identificando la timidez en un niño

Algunos signos a tener en cuenta incluyen:

  • Evitar la interacción social o hablar poco en situaciones sociales.
  • Mostrar resistencia ante nuevos entornos o personas desconocidas.
  • Prefieren grupos pequeños o evitar ser el centro de atención.
  • Manifestar ansiedad y nerviosismo en situaciones sociales.

Causas de la timidez en los niños

Es común preguntarse si los niños tímidos nacen con esta característica o si se desarrolla con el tiempo. La timidez es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales.Algunos niños pueden tener una predisposición genética a la timidez, pero las experiencias y el entorno también desempeñan un papel crucial en su desarrollo.

Un estudio desveló que las personas tímidas perciben el mundo de una forma diferente y muestran una actividad cerebral más intensa ante ciertos estímulos. Estas personas son más sensibles y prestan más atención a los detalles, razón por la cual necesitan más tiempo para observar, reflexionar y tomar decisiones.

Es prácticamente imposible hacer referencia a una única causa de la timidez infantil, ya que se trata de una condición que generalmente sienta sus bases en diferentes factores, desde aquellos de índole biológica hasta las peculiaridades sociales.

1. Causas genéticas

El temperamento está condicionado por factores genéticos y biológicos. De hecho, se ha podido apreciar que un 10-15% de los bebés que muestran lo que se conoce como "inhibición ante lo desconocido", comienzan a comportarse de manera tímida a partir de los 21 meses de edad. Estos niños tienen un umbral de activación psicofisiológica muy bajo, por lo que reaccionan ante los estímulos nuevos ruborizándose y con palpitaciones. Este patrón de respuesta se puede consolidar a lo largo de la infancia, dando lugar a una timidez patológica.

También se ha notado que mientras menos sociables son las madres, más tímidos suelen ser sus hijos.

2. Apego inseguro

El vínculo afectivo que crea el niño con sus padres es fundamental para su desarrollo psicológico. Cuando esos lazos no se establecen adecuadamente, ya sea porque los padres no tienen tiempo o porque se produce un distanciamiento emocional, se genera un apego inseguro, que generalmente causa un retraimiento social y, como resultado, un patrón de comportamiento tímido. Si el niño crece sabiendo que tendrá el cariño y el apoyo incondicional de al menos uno de sus padres, se sentirá seguro y se convertirá en una persona independiente. Al contrario, si percibe que no puede contar con sus padres, ese sentimiento de inseguridad se generalizará al resto de las relaciones y a la imagen que tiene de sí mismo, por lo que es muy probable que desarrolle una timidez patológica.

3. Escasos contextos de interacción con los coetáneos

Cuando el niño no ha tenido la oportunidad de relacionarse con otros niños de su edad y poner a prueba sus habilidades sociales, es más probable que su repertorio de respuestas sociales sea más limitado, una situación bastante común en los pequeños que no acudieron al jardín de la infancia, sino que crecieron rodeados de adultos.

Cuando el nivel de contacto social es muy bajo, el niño no sabe muy bien cómo responder ante los demás y tendrá la tendencia a retraerse, se comportará de manera tímida.

4. Situaciones vividas como estresantes

Cualquier hecho que el niño perciba como amenazante o desagradable puede causar una inhibición. A veces no se trata de la situación en sí misma sino de la percepción que tiene el niño. Por ejemplo, un simple comentario sobre su forma de leer o su tono de voz puede ser percibido como una burla o una crítica que active la timidez. Cuando el pequeño vive continuamente situaciones que lo superan, preferirá apartarse, no involucrarse. En esos casos, la timidez se erige como una especie de mecanismo de defensa.

Cuando la timidez infantil es extrema

La timidez no es algo que se tiene o no se tiene, más bien es una característica que puede estar dentro de cada uno de nosotros, solo que se manifiesta en algunas situaciones y en otras no.

En los casos más leves, cuando se manifiesta solo en determinadas situaciones y podemos sobreponernos a ella, se hace referencia a una timidez normal, pero cuando la timidez es extrema, se convierte en una fobia social. En sentido general, la diferencia entre la timidez normal y la patológica radica en el grado de incapacitación que provoca. Si la timidez interfiere en el día a día y le impide al niño relacionarse con sus compañeros de colegio o tener éxito en la escuela, entonces se convierte en un problema que demanda ayuda psicológica.

No obstante, se debe aclarar que a lo largo de la infancia existen algunos momentos en los que es normal que aparezca cierto grado de timidez, la cual suele estar provocada por el miedo a la valoración de los coetáneos. Este tipo de timidez es más frecuente en la edad escolar y la adolescencia.

También es importante establecer una diferenciación entre la timidez y la tristeza o depresión. Los niños tímidos se comportan de manera normal en todas las actividades, salvo en aquellas que implican una interacción con los demás, mientras que los niños deprimidos pierden el interés por la mayoría de las actividades, se muestran apáticos y sin energía. Los padres deben mantenerse atentos, porque existe la posibilidad de que un niño tímido termine desarrollando un cuadro depresivo. De hecho, la timidez patológica suele generar una baja autoestimay sentimientos de inferioridad e indefensión. Esto se debe a que el niño tímido realiza atribuciones erróneas o inexactas que lo llevan a formarse una idea negativa de sí mismo y a desconfiar de sus capacidades.

Los niños tímidos también tienen la tendencia a evitar todas aquellas situaciones en las que se sienten incómodos, como resultado, su rango de actividades se ve muy limitado. A menudo estos niños con percibidos como poco amistosos y sin talento, aunque en realidad no sean así. Sin embargo, esta percepción los hace más propensos a sufrir acoso escolar.

Niños tímidos. Cómo actuar

Si tu hijo es tímido, aquí hay algunas pautas a seguir:

  • No le fuerces a enfrentar situaciones sociales nuevas, es mejor que antes se sienta cómodo con las situaciones que ya puede manejar. Es conveniente que le plantees nuevos retos, pero sin agobiarle porque cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y debemos respetarlo.
  • No le ridiculices ni le hagas sentir diferente al resto de los niños, al contrario, explícale que la timidez es algo que le ocurre a muchas personas.
  • Apóyale de manera incondicional, muestra comprensión y confía en sus capacidades. El niño debe saber que sus padres le aman y aprecian por quién es, no a pesar de quién es.
  • No le des una importancia excesiva al problema ya que ello podría representar una fuente de tensión adicional para el niño. No permitas verbalizaciones negativas sobre sí mismo, como "no sirvo para nada" o "nunca podré hablar en clase", en su lugar, explícale que se trata de ideas exageradas y que un problema en un área no significa que tenga menos valor en otras.
  • Resalta siempre sus características positivas. Ayúdale a enfrentar las situaciones nuevas que representan un desafío, pero sin caer en la sobreprotección. El objetivo no es hacer las cosas en su lugar, sino disminuir el nivel de ansiedadpara lograr que el niño se sienta cómodo y pueda superar la timidez.
  • Elógiale cada vez que logre sobrepasar alguna de sus barreras y afronte con éxito una situación social, por pequeña que sea. De esta forma no solo le estarás motivando sino que le estarás indicando que va en la dirección adecuada y que es posible vencer la timidez.

La timidez en los niños es una característica natural, pero es importante estar atentos a señales de que podría estar limitando su desarrollo social y emocional. Con el apoyo adecuado, la mayoría de los niños pueden superar la timidez y prosperar en su vida social y académica. La comprensión, el respeto y la paciencia de los padres y cuidadores desempeñan un papel crucial en este proceso. Además, es fundamental recordar que la timidez no define la valía de un niño, y cada uno tiene sus propias fortalezas y talentos que merecen ser reconocidos y valorados.

 

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Comentarios (1)

24 sep 2024 07:47 Adriana

De niña fui muy tímida. Me escondía si alguien llegaba a visitar. Como dice el artículo, tenía estímulos muy fuertes, estoy segura de que era niña PAS. Mis papás no supieron cómo enfrentarse a ello. Desde niña y sin que nadie me obligara, me empecé a encerrar en los libros porque ese fue mi escape. Mis papás no leían y no tenían muchos libros pero leía lo que encontraba, incluso los diccionarios. Cuando veía Matilda, me sentía muy identificada con ella. Me habría encantado que mis padres hubieran estado más cerca de mí y mis emociones porque en la adolescencia tuve un cuadro de depresión y poco después pensamientos suicidas. Sentía que la gente (incluyendo mis padres) era experta en juzgar sin mirarse a sí mismos y lo hacían sin empatizar con otros. Hasta la fecha, a mis 31 años me sigue afectando que la gente tenga escasa empatía y capacidad de entendimiento, muchos ven solamente desde sus miradas, creyéndose el cuento de que son los únicos que tienen la razón y me molesta y apena tanta cerradez de mente porque como sociedad nos seguimos permitiendo el crecimiento humano, como si no quisiéramos avanzar, como si tuviéramos miedo a ser libres.