Qué hacer para que a los niños les guste leer

Fomentar el hábito de la lectura en los niños es un desafío común para muchos padres en la era digital. En un mundo donde las pantallas y la tecnología acaparan la mayor parte del tiempo de los niños, lograr que se interesen por los libros puede parecer una tarea difícil, pero no imposible. La lectura no solo enriquece el vocabulario y mejora la comprensión, sino que también estimula la creatividad, el pensamiento crítico y el desarrollo emocional. Sin embargo, para muchos niños, leer puede parecer una actividad aburrida o poco atractiva en comparación con otros estímulos más inmediatos.

Para cambiar esta percepción, es fundamental que los padres adopten estrategias que hagan de la lectura una actividad placentera y gratificante, en lugar de una obligación. Esto implica, entre otras cosas, crear un ambiente propicio, ofrecer libros que se alineen con sus intereses y, sobre todo, dar ejemplo como adultos lectores. A través de actividades lúdicas y compartiendo momentos de lectura en familia, se puede despertar en los niños una curiosidad natural por las historias, los personajes y los mundos que los libros ofrecen.

Descubre diversas formas de motivar a los niños a leer y convertir los libros en una parte fundamental de su vida.

 


¿Qué lectura elegir?

  1. Una buena lectura es un texto adecuado a la edad del niño y, por supuesto, que conecte con sus gustos: un cuento de hadas, de misterio, de animales... El resumen que habitualmente va en el dorso de un libro y una ojeada al interior pueden dar al adulto una idea del contenido. Una lectura de calidad debe mantener, además, un nivel de lenguaje accesible al niño.

  2. Las ilustraciones no son sólo agradables: sirven también para comprender mejor la historia y para crear un clima envolvente. Complementan el texto.

  3. Revistas, cómics, libros, todos los soportes de lecturatienen atractivo y utilidad. La prensa para niños no está tan extendida como sería deseable, pero ofrece enormes posibilidades, por su variedad de temas, de imágenes y de registros de lectura. Además, las historietas que incluyen proporcionan un magnífico ejercicio de lectura imagen-texto.

  4. Una buena lectura no tiene por qué tener muchas páginas.

  5. Las lecturas infantiles que los adultos recuerdan con placer no siempre gustan a los niños de hoy.

  6. A veces, un buen libro resulta pesado. Lo mejor es dejarlo en reserva. Insistir sería contraproducente. Más adelante puede llegar a ser interesante.

 

Buenas ideas para que a los niños les guste leer

  1. Regalar un cuento Hay muchas ocasiones para hacerles un pequeño regalo, no sólo en las fechas importantes. Y los cuentos encajan perfectamente en la lista de «caprichos y premios», tanto en casa como en el colegio.

  2. Despertar su curiosidad Una ojeada a las ilustraciones, unas frases que resuman el tema, pinceladas a modo de tentación pueden suscitar en el «público» un enorme interés por saber «qué más pasa».

  3. Hacer un trato «Yo te leo un capítulo, y tú me lees el siguiente».

  4. Compartir la diversión Una buena narración infantil proporciona diversión a los niños y también a los adultos. Un buen cuento infantil compartido crea una complicidad muy especial. Es curioso contrastar opiniones con los niños o ayudarlos a formar su criterio. En todo caso, imposible aburrirse.

  5. Llevar un amigo en el bolsillo Un libro, una revistano son piezas de museo guardadas bajo llave. Se prestan, se llevan en la mochila, se usan en casa, en el colegio, en la playa... Se disfrutan. No importa que haya arena entre sus páginas o que quede alguna «huella» en el papel... Un libro, una revista tienen vida propia.

  6. Coleccionar Una biblioteca es una suma de historias y dibujos muy queridos que el niño «ordena» por colores, por tamaños... Su biblioteca es también un reflejo de su pequeño mundo.

  7. Leer en casa La casa, la familia son fundamentales para aficionar al niño a la lectura, porque confieren a los libros connotaciones de juego, de diversión, de ilusión, frente a las de obligatoriedad o deber, más propias del ambiente escolar. Por otro lado, la lectura oída a los padres o hermanos establece una inigualable corriente de afectividad.

Lograr que los niños desarrollen el gusto por la lectura es un proceso que requiere paciencia, constancia y creatividad. No se trata de imponer los libros como una obligación, sino de crear un entorno en el que leer sea una experiencia placentera y enriquecedora. Al ofrecerles libros que se alineen con sus intereses, ser un modelo a seguir como lector y fomentar la lectura como una actividad compartida en familia, puedes ayudar a que tu hijo descubra el placer de leer.

No olvides que cada niño tiene su propio ritmo, y es importante respetarlo sin forzarlo, pero siempre brindando oportunidades y motivaciones para que descubra el valor de los libros. Con el tiempo, la lectura no solo será una herramienta de aprendizaje, sino una fuente de disfrute y un hábito que le acompañará a lo largo de toda su vida.

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