El ciervo y el cervatillo, una fábula de Esopo para niños

Las fábulas son narraciones cortas que combinan sencillez, imaginación y sabiduría, con el objetivo de transmitir enseñanzas morales. A través de personajes animales y situaciones cotidianas, estas historias no solo entretienen, sino que también ayudan a los niños a reflexionar sobre el comportamiento humano, la justicia y las consecuencias de nuestras decisiones. Este género literario ha perdurado durante siglos gracias a autores como Esopo, cuya obra sigue siendo fundamental en la educación infantil.

Esopo, un escritor de la antigua Grecia, es conocido como el padre de la fábula. Sus cuentos han influido en generaciones de escritores y lectores de todo el mundo. Las fábulas de Esopo destacan por su claridad y universalidad, permitiendo que personas de todas las edades comprendan sus mensajes. Historias como "El ciervo y el cervatillo" enseñan a niños y adultos a enfrentarse a sus miedos y a reflexionar sobre las emociones que a menudo nos dominan.

La fábula: El ciervo y el cervatillo

(Escena: Un tranquilo claro en el bosque. El ciervo, con su imponente cornamenta, está pastando junto a su joven cervatillo, que lo observa con admiración.)

Narrador: En un día apacible, bajo la sombra de los grandes árboles, un cervatillo observaba a su padre, el ciervo, mientras este pastaba despreocupado. Aunque joven, el cervatillo era curioso y no pudo evitar expresar lo que llevaba tiempo pensando.

Cervatillo: Padre, siempre me has dicho que eres rápido y fuerte, y no tengo dudas de que tus cuernos son magníficos para defenderte. Entonces, ¿por qué huyes cuando oyes ladrar a los perros?

Narrador: El ciervo, que había escuchado estas palabras con una sonrisa, se detuvo y miró a su hijo.

Ciervo (riendo): Hijo mío, tienes toda la razón. Tengo la velocidad para escapar y la fuerza para enfrentarme a ellos. Sin embargo, algo dentro de mí cambia cuando escucho sus ladridos. No puedo evitarlo: mis patas empiezan a correr antes de que mi mente pueda decidir otra cosa.

Cervatillo (sorprendido): Pero, padre, ¿por qué no intentas quedarte firme una vez? Estoy seguro de que podrías vencerlos si lo intentaras.

Ciervo (suspirando): Mi querido hijo, a veces no se trata solo de lo que podemos hacer, sino de lo que sentimos al enfrentarnos a ciertas situaciones. Por más razonable que suene quedarse y luchar, el miedo puede más que la lógica. Y aunque sé que podría defenderme, siempre acabo huyendo.

Narrador: El cervatillo reflexionó sobre las palabras de su padre y comprendió que, aunque tuviera razón en teoría, enfrentarse al miedo no siempre era tan sencillo como parecía.

Moraleja: las razones más convincentes a veces no bastan para cambiar un ánimo temeroso

Esta fábula nos muestra que el miedo, muchas veces, supera incluso a las razones más lógicas y convincentes. En la vida, no siempre basta con saber qué es lo correcto o tener las herramientas necesarias; las emociones pueden dominarnos, llevándonos a tomar decisiones que no coinciden con nuestra capacidad. Para los niños, esta historia es un recordatorio de que los sentimientos son poderosos y que no siempre es fácil enfrentarlos, aunque sepamos que podemos hacerlo.

Al mismo tiempo, la fábula enseña a los pequeños a tener empatíahacia los demás. Entender que incluso los más fuertes y veloces pueden sentirse vulnerables ayuda a cultivar la compasión y el respeto por los sentimientos de quienes nos rodean. Esta lección es valiosa no solo para los niños, sino también para los adultos, quienes a menudo necesitan recordar que no siempre se trata de tener la razón, sino de comprender y manejar las emociones.

Preguntas de comprensión lectora sobre la fábula

1. ¿Qué pregunta le hizo el cervatillo a su padre?
2. ¿Cómo describió el cervatillo las capacidades del ciervo?
3. ¿Por qué el ciervo siempre huía al oír a los perros?
4. Según la moraleja, ¿qué suele ganar en una situación de miedo: la razón o el temor?
5. ¿Cómo crees que el cervatillo podría ayudar a su padre a superar su miedo?