Cómo saber si mi bebé tiene un problema auditivo
Nada más nacer, al bebé le realizaron una serie de pruebas para valorar su estado de salud, una de ellas relacionada con su capacidad auditiva. Sin embargo, los problemas auditivos pueden aparecer cuando uno menos uno se lo espera, es por ello que es fundamental que, como padres, estemos atentos ante cualquier señal de pérdida auditiva en nuestros hijos.
Es tu bebé bebé puede darte distintas señales y pistas que te pueden ayudar a reaccionar con rapidez. Y es que, detectar precozmente la existencia de una posible pérdida auditiva en el bebé es fundamental para facilitar el desarrollo del lenguaje y la óptima integración en su entorno.
Ante la más mínima sospecha de que tu hijo o hija pueda estar padeciendo hipoacusia, has de acudir al pediatra cuanto antes. El médico le realizará una exploración completa y os remitirá al especialista, si lo considera oportuno. Sin embargo, ¿cuáles son esas señales relativas a la sordera infantil?, ¿cómo saber si tiene tu bebé un problema auditivo?
La importancia de la detección precoz de la sordera infantil
La rápida detección en el diagnóstico de una posible pérdida auditiva es primordial para el inicio del tratamiento, incluso cuando la pérdida auditiva sea leve. Cuanto antes se tomen medidas en torno a esa sordera infantil, la pérdida autiditiva puede ser más leve y se producirá un menor retraso en el desarrollo del lenguaje en tu bebé. En este sentido, lo ideal sería que:
- Antes del primer mes de vida, al pequeño se le realizaran las pruebas pertinentes para detectar cualquier tipo de problema auditivo.
- A partir de los tres meses de edad ha de realizarse el diagnóstico de la posible pérdida de audición.
- Desde de los seis meses deberá realizarse el tratamiento, la intervención audioprotésica y logopédica apropiada para su condición.
Una vez detectada la pérdida y realizado el diagnóstico por parte del médico, comienza una etapa muy importante para el niño y su familia. Es fundamental la rehabilitación mediante prótesis o la estimulación de otras vías sensoriales, como el implante coclear, que permite la estimulación del nervio auditivo, o los audífonos, que ayudan a mejorar la audición según el tipo de pérdida auditiva que se posea.
Un retraso en el inicio del tratamiento afectará de manera negativa en el desarrollo cognitivo y del lenguaje del niño, así como en el resto de aprendizajes futuros, lo que puede propiciar un bajo rendimiento escolar y problemas de autoestima importantes.
Cómo saber si mi bebé sufre pérdida de audición
¿Qué es aquello que nos puede hacer sospechar que nuestro pequeño sufre alguna pérdida auditiva? Es importante siempre la observación en detalle y consultar con un pediatra cualquier duda que se posea con respecto al óptimo desarrollo sensorial y del habla del pequeño. Esta serie de actitudes pueden ponernos sobre la pista:
Primer año (0 a 12 meses):
· No reacciona ante sonidos fuertes.
· No emite ningún sonido o no gira la cabeza cuando le hablan.
· Deja de balbucear o los balbuceos pasan a ser gritos de alta frecuencia.
· No comprende palabras que deberían serle familiares.
· No juega con sus vocalizaciones imitando las del adulto.
Segundo año (24 a 36 meses):
· El bebé parece no responder a órdenes sencillas y no reconoce su nombre.
· No presta atención cuando le leemos un cuento.
· No consigue hacer frases de dos palabras.
Cerca de los cuatro años:
· No es capaz de repetir frases sin apoyo visual.
· No puede mantener una conversación durante mucho tiempo.
· Le es complicado contar una serie de números sencillos, por ejemplo, del 1 al 10.
Además de esto, existen factores de riesgo que pueden poner en peligro la audición de vuestro hijo como: sospecha familiar o historia familiar de sordera, hipotiroidismo, estancia en UCI neonatal superior a 5 días y ventilación asistida, otitis persistente, infecciones perinatales o anomalías craneofaciales, entre otras.
Qué pruebas detectan la sordera infantil
La prueba de detección precoz de la sordera es totalmente indolora y se realiza a todos los bebés recién nacidos antes de recibir el alta en el hospital. En caso de que la pérdida de audición se desarrolle más adelante, al bebé, al niño o al adolescente se le realizarán dos tipos de pruebas:
1. Las pruebas objetivas: se realizan en un hospital o en la consulta de un otorrino y suelen ser fiables. Entre ellas están las otoemisiones acústicas (se introduce una sonda acústica en el oído y se emite un estímulo acústico); Potenciales evocados de tronco (se colocan electrodos en la frente del niño y tras la oreja mientras duerme); Potenciales evocados auditivos de estado estable (también se realiza mientras el niño duerme); timpanometría (mide las respuestas del oído al sonido y a las presiones atmosféricas).
2. Las pruebas subjetivas: se realizan en un Centro Auditivo especializado como los que ofrece GAES Junior en varias regiones de España y Latinoamérica. Entre ellas están distintos tipos de audiometrías (detección de respuestas involuntarias al sonido); Ewing Test (se utilizan estímulos sonoros cotidianos), etc.
Cuál es el tratamiento para la hipoacusia infantil
Si después de acudir al especialista se confirma una deficiencia en la audición, es importante iniciar el tratamiento cuanto antes. Lo recomendable es hacerlo antes de los seis meses para facilitar el mayor desarrollo del lenguaje posible.
Las posibilidades de tratamiento incluyen:
- Audífonos: estos aparatos facilitan la audición al amplificar y estimular la sonoridad, favoreciendo la rehabilitación y adquisición del lenguaje. Se pueden colocar a partir del diagnóstico, que debe efectuarse antes de los seis meses de vida y, en caso de sordera bilateral, se recomienda usarlos en ambos oídos. Hoy en día, los audífonos han evolucionado hasta alcanzar prestaciones sorprendentemente efectivas, como los nuevos audífonos de GAES Junior, que cuentan con la tecnología BrainHearing?, basada en la evidencia de que no sólo oímos con los oídos, sino también con el cerebro, pues este es quien interpreta los sonidos. Este dispositivo está diseñado especialmente para la infancia de niños y jóvenes con pérdida auditiva de diferente consideración y ofrecen numerosas ventajas respecto a otras audioprótesis.
- Logopedia: será necesaria durante un largo periodo, en especial, en los primeros años de vida del pequeño.
- Implante coclear: se aplicará a niños que, tras un periodo de adaptación protésica y rehabilitación adecuada de unos seis meses, no obtengan beneficios.
En caso de sospechar de que tu bebé pueda padecer algún tipo de pérdida auditiva, debes acudir al pediatra y especialista cuanto antes. Posteriormente, podéis solicitar cita en clínicas especializadas como son los Centros GAES IAI para revisar la audición de vuestro pequeño y realizar cualquier tipo de consulta respecto a su salud auditiva sin compromiso.