No encuentro la forma de acertar con mi adolescente, ¿qué puedo hacer?

Haga lo que haga y diga lo que diga, no hay manera de acertar con mi hijo adolescente

Los padres pasamos etapas con nuestros hijos adolescentes en las que hagamos lo que hagamos, será utilizado en nuestra contra. En este punto me pregunto: ¿qué puedo hacer si no encuentro la forma de acertar con mi adolescente?

Índice

1. Cómo hago, si haga lo que haga, y diga lo que diga, no acierto con mi adolescente
2. Más artículos para padres de adolescentes que te pueden ayudar

Cómo hago, si haga lo que haga, y diga lo que diga, no acierto con mi adolescente

Si te desquicias, les pones nerviosos, pero si utilizas un tono sosegado te dicen si vas de psicólogo. Si preparas una comida saludable te espeta que siempre preparas lo que no le gusta, pero si decides invitarle a cenar, te dice que ya ha quedado con sus colegas.

Si tenemos una conversación controvertida, te dirá en algún momento que no te enteras de nada, que no se puede hablar contigo y que las cosas no son así. Y si le llevas la razón te dirá que no le des la razón como a los tontos y que no le escuchas.

Si le sugieres que es mejor que no salga, te dirá si prefieres que no tenga amigos y que sea un amargado/a. Y si le dices que tiene que relacionarse más y dejar la playstation, te dirá que si lo que quieres es que esté todo el día de juerga por ahí.

Si le comentas que no te gusta cómo se ha vestido, te dirá que no entiendes de lo que se lleva. Pero si le dices que le ves guapo o guapa, te dirá que lo haces porque eres su madre.

Y así con una infinidad de cosas...

A veces nos sentimos que vamos de puntillas, en alerta constante para no pisar la granada que hará explotar la paz de nuestra existencia.

Probablemente no habrá nadie en el universo con quien probemos tantas fórmulas para tener una buena relación y con quien nos sentamos tan frustrados por no encontrarlas. Pero no os preocupéis, es un mal endémico y transitorio, propio de su tormenta cerebral y su necesidad de desligarse de nuestro cordón umbilical.

- Lo primero, no nos sintamos culpables, más bien un padre o madre más que está pasando este paréntesis vital.

- Démosles su espacio y no les agobiemos con nuestro deseo de sentirnos queridos y seguir siendo su referente. Hay que asumir que en la adolescencia los amigos pasarán a un primer plano. Pero tranquilos, si lo hemos hecho bien desde pequeños, nuestros valores quedarán intactos.

- Escuchémoslos más activamente que nunca y sin juicios, porque si no, no volverán a confiarnos sus inquietudes. No son muy dados a las segundas oportunidades.

- Y, sobre todo, querámoslos cuando menos se lo merezcan, porque será cuando más lo necesiten.

Cristina C, @miadolescenteyyo

Psicóloga