Basset Hound: el perro detective

Su finísimo olfato hará que sus paseos por el parque se conviertan en una minuciosa búsqueda de olores nuevos que colmen la verdadera vocación de estos perros: rastrear.

El Basset es un sabueso de peso medio y una figura tan curiosa como simpática. Las auténticas señas de identidad de la raza son sus patas, bastante cortas y rechonchas en relación con el resto del cuerpo, además de sus enormes orejas colgando pegadas a la cabeza y su gran papada. Desde hace muchos años esta raza se ha conocido por su habilidad como perro de caza, pues era capaz de seguir el olor de los animales y llevar a sus dueños hasta posibles presas. Cuando está ‘investigando’, o lo que es lo mismo, rastreando un olor, se ayuda de sus largas orejas como si fueran abanicos de forma que el olor asciende desde el suelo hasta la nariz del perro. Es indudable que su expresión, acentuada por unos ojos caídos y en muchas ocasiones rojizos, como si acabaran de llorar, nos deja una ligera sensación de tristeza. De carácter amistoso, estos perros no suelen ser tímidos, ni tampoco agresivos. Se caracterizan por su gran fidelidad, su dulzura y su carácter amable. Se adaptará sin problemas a la vida en el piso, donde estará la mayor parte del tiempo acurrucado en su cama durmiendo. Sin embargo, notaremos un gran cambio cuando le saquemos al campo, pues el amplio espectro de olores acumulados allí le empujarán a correr, olisquear, rastrear… traducido en su idioma: pasarlo genial.

Cuidados

Como es lógico, los amantes de la raza suelen encargarse de organizar escapadas de vez en cuando al campo, donde podrán dar rienda suelta a su instinto. En cuanto a los cuidados específicos de la raza, hay que prestar especial atención a sus orejas. Se recomienda limpiarlas a menudo con la ayuda de un algodón con alcohol, limpiando superficialmente y sobre todo con mucho cuidado. El baño basta con que sea cada dos o tres semanas.